ROSQUILLAS

Ingredientes

• 3 huevos
• 75 g de azúcar
• 75 ml de aceite de oliva
• 300g de harina
• 1 cucharada de anís verde
• 1 limón rallado
• 1 pizca de sal
• 1 cucharadita bicarbonato
• 2 claras de huevo
• 1 cucharadita de jugo de limón
• 1/4 de vaso de licor de anís dulce
• 250g de azucar glas

Pasos

1.- En un recipiente amplio, colocamos los huevos junto con el azúcar y los batimos con unas varillas hasta que la consistencia sea homogénea. Cuando estén bien batidos, añadimos el aceite de oliva y la ralladura del limón. Batimos un poco más para que todo se mezcle.

2.- En un mortero, añadimos la cucharada de anís verde y lo machacamos hasta conseguir un polvo fino. Lo añadimos a la mezcla, tamizándolo con un colador para evitar luego tropezones no deseados en las rosquillas. Añadimos también la sal y el bicarbonato y mezclamos de nuevo, hasta que todo se haya integrado.

3.- Añadimos la harina por tandas, tamizándola con un colador. En la primera tanda, añadimos 100g de harina y removemos con un tenedor para que no queden grumos. Cuando se haya integrado, añadimos otros 100 más y volvemos a integrar. Volvemos a repetir este paso una tercera vez.

4.- Ahora, comenzamos a amasar con las manos durante unos pocos minutos. Al final nos quedará una masa de rosquillas de San Blas fuerte pero un poco pegajosa. Luego dejamos que repose sobre un plato 10 minutos para que se asiente.

5.- Pasado el tiempo, comenzamos a preparar las rosquillas. Para ello, vamos cogiendo pellizcos de la masa con la cantidad que vayamos a utilizar para cada rosquilla. Amasamos cada trozo y le damos forma de rosquilla, bien haciendo una bola y pellizcando en el centro, o bien haciendo un churro y preparando un aro. Una vez le demos la forma deseada a cada rosquilla las colocamos sobre una bandeja de horno forrada de papel para hornear.

6.- Cuando hayamos acabado de dar forma y colocar todas las rosquillas, las introducimos en el horno previamente calentado a 165ºC. Dejamos que se horneen durante 25 minutos, vigilando de vez en cuando para que no se pasen. Cuando comiencen a dorarse, las extraemos y dejamos que se enfríen.

7.- Ahora vamos a preparar el glaseado. Para ello, colocamos las yemas en un recipiente amplio y le añadimos el jugo de limón. Las batimos con unas varillas. Es mejor que utilices unas varillas eléctricas, pues el resultado debe ser un merengue en punto de nieve. Cuando comiencen a montarse, añadimos el licor de anís y continuamos batiendo hasta conseguir el punto de nieve

8.- Cuando tengamos listo el merengue, añadimos el azúcar glas y lo integramos con el merengue, mezclándolo con movimientos envolventes. Cuando no queden grumos, tendremos listo el glaseado de nuestras rosquillas. Pintamos cada rosquilla con una buena cantidad del mismo y las reservamos hasta que el merengue se haya cuajado. Esto puede llevar de 12 a 24 horas. Pasado ese tiempo, tendremos lista para consumir nuestras rosquillas